Factores clave que contribuyen a una vida más larga
En la mayoría de los países desarrollados las personas mueren cada vez más tarde. La investigación de James Vaupel muestra que las razones detrás de ello no son principalmente genéticas. La prosperidad, la educación y el tratamiento médico han jugado un papel más decisivo de lo que se pensaba. Durante las últimas décadas la esperanza de vida ha aumentado progresivamente y de forma significativa.
En la mayoría de los países desarrollados las personas mueren cada vez más tarde. La investigación de James Vaupel muestra que las razones detrás de ello no son principalmente genéticas. La prosperidad, la educación y el tratamiento médico han jugado un papel más decisivo de lo que se pensaba. Durante las últimas décadas la esperanza de vida ha aumentado progresivamente y de forma significativa. Hoy en día las personas no sólo tienden a vivir alrededor de 10 años más que la generación anterior, sino que también se mantienen sanos durante más tiempo, y es posible que esta tendencia continúe en el futuro. Existen varios motivos que podrían explicar este fenómeno, aunque el rompecabezas aún no se ha resuelto completamente.
La prosperidad como un factor principal
Vaupel manifiesta que la prosperidad y la medicina han sido los factores que han desempeñado el papel más importante en el aumento de la longevidad de la población. Los países desarrollados tienen la capacidad de invertir en costosas investigaciones para producir nuevos medicamentos y pueden ofrecer buenos sistemas de salud y tratamientos innovadores, aunque costosos. Si las personas disponen de una vivienda de calidad, usan ropa apropiada, comen alimentos saludables y son capaces de disfrutar de sus vidas, tendrán más posibilidades de alcanzar una edad avanzada. Si bien es cierto que un buen tratamiento no necesariamente reducirá la mortalidad a una edad avanzada, sin duda éste ayudará a minimizar la discapacidad.
La educación también es un factor clave. Las personas con un alto nivel educativo también tienen una mayor probabilidad de vivir más tiempo, ya que cuentan con un mayor conocimiento sobre los estilos de vida saludables. Por otra parte, si las personas fuman, no hacen ejercicio o padecen obesidad severa, tendrán menos posibilidades de vivir durante mucho más tiempo. Ahora bien, más que el comportamiento personal, al parecer lo que importa es el nivel general de prosperidad. Los países que inviertan en un buen sistema educativo, una prestación médica efectiva y un entorno saludable, mejorarán las probabilidades de longevidad de su población.
¿Existen los genes responsables de la vejez?
Algunas personas piensan que solamente podrán alcanzar la vejez si sus antepasados han vivido mucho tiempo. ¿Son realmente los genes un importante elemento de predicción? Tras examinar una reciente investigación sobre las influencias genéticas en la longevidad, Vaupel llega a la conclusión que, aunque parezca probable que muchos genes jueguen un pequeño papel en las vidas más longevas, tan sólo tienen una modesta repercusión global en la longevidad. Sus conclusiones se basan en un estudio de gemelos idénticos daneses nacidos a partir del 1890 en la que los investigadores no encontraron ninguna evidencia genética vinculada a la longevidad y a la duración de la vida. Según los investigadores, sólo alrededor del 25% de la variación de la duración de la vida puede ser atribuida al factor genético.
¿La duración de la vida tiene un límite?
Se podría pensar que el retraso de la mortalidad sea debido a una ralentización del proceso de envejecimiento durante la última etapa de nuestras vidas. Sin embargo, esto no parece ser así, dado que el inicio del deterioro es lo que se produce más tarde. Vaupel señala que el nivel de mortalidad y el estado de salud que se experimentaba a la edad de 70 años, ahora se vive a los 80. Esta conclusión fue, al inicio, una sorpresa para los demógrafos y los actuarios y ha causado numerosos debates que se han mantenido en el tiempo. Si las personas continúan alcanzado una edad cada vez más avanzada a un ritmo de 2,5 años por década, y si cada vez más personas se convierten en centenarias, ¿alguna vez se detendrá este aplazamiento de la muerte? Vaupel sugiere que el retraso podría continuar sin un límite establecido por la biología. Sin embargo, también podría no ser así, por lo es necesario seguir investigando a fondo sobre los determinantes de la longevidad.
Fuente: www.population-europe.eu
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